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lunes, 15 de agosto de 2011

Capítulo 22: ¿Dónde vamos?

Lo saqué del agua e hice lo imposible, pero nada, mi precioso Iphone había muerto :(
Ahora tendría que pedirle a mi padre que me mandase otro, tardaría como mínimo 4 días en llegar... ¿Qué voy a hacer tanto tiempo sin móvil?
Bueno le cogeré a Rob el suyo para llamar a mi padre, si se lo digo a él se empeñará en comprarme uno y ya bastante se ha gastado en mí.
Decidí olvidarme de todo y relajarme en el jacuzzi un rato. Me puse los cascos y me quedé dormida allí. Más o menos a la 1 de la madrugada me despertó Rob.
-Mira que eres dormilona, ehh.
Nos sonreímos, me llevó en brazos hasta la gran cama. Encima de esta había una especie de acuario con peces de verdad. Era muy relajante aunque bueno, también me producía inseguridad porque... ¿y si se rompía el cristal y caían los peces y el tiburón encima mía?
Me hice tantas preguntas estúpidas a mi misma que al final me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté a las 12:17, miré al lado izquierdo de la cama pero Robert no estaba. En su lugar había una nota:
-Cariño he ido a comprar unos souvenires y a coger conchas en la playa. Mira en el segundo cajón de la mesilla de noche, está el desayuno especial que te he pedido. Cuando termines llámame. Te quiero.
He aquí el dilema: ¿Cón qué teléfono le llamo? (-.-)
Decidí no pensar en eso de momento, así que abrí el segundo cajón y cogí el desayuno, que rico...
No dejé ni una sola miga. Me puse el bikini y un vestido de playa por encima, cogí la toalla y bajé a la planta baja a ver si alguien podía dejarme un móvil para llamar.
Me daba un poco de corte ir preguntando a todo el mundo así que fui a recepción y les expliqué lo que había pasado. La recepcionista parecía simpática. Me dejó llamar a Rob.
-----------Conversación telefónica-----------
Rob: ¿Sí? ¿Quién es?
Yo: Cielo, soy yo.
Rob: ¿Por qué no me llamas con tu móvil?
Yo: Emm... no me apetecía gastar...
Rob: Dime la verdad...
Yo: Se me calló al jacuzzi...
Rob: Bueno, no hay porque preocuparse, esta tarde te compraré otro.
Yo: No, Rob, no necesito que me compres nada más, bastante ya.
Rob: Pero quiero comprártelo, con esto ¿no te estoy demostrando lo muchísimo que te quiero?
Yo: Un poco, pero el amor no se demuestra con dinero.
Rob: Tienes razón, bueno esperame en frente de las puertas giratorias que en 10 minutos paso a por tí.
Pí, pí, pí.
-Aquí tienes, gracias em...-le dije a aquella chica-.
-Kate, de nada-me sonrió ella-.
-Encantada, yo soy Érica.
-¿Vives por aquí cerca?
-Que va, en Londres.
-Me encantaría ir a Londres, tiene que ser precioso...
-Sí, lo es...
De repente se escucha el claxson de un coche...
-Lo siento me tengo que ir, nos vemos.
-Adiós guapa, a ver si quedamos un día.
Me fui con Rob a la limusina.
Me dio un beso y estuvimos todo el camino callados hasta que al final...
-¿Dónde vamos?-pregunté-.

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