People ♥

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 50, ÚLTIMO CAPÍTULO.

-Bueno si lo has soñado dos noches seguidas es porque se tiene que cumplir-dijo Sofy-.
-Sí y nosotros te vamos a ayudar-añadió Jake.
-Vale, pero ya mañana que tengo mucho sueño-repliqué-.
Decidimos dormir todos en la planta de invitados. Subimos, nos lavamos los dientes, nos pusimos el pijama y nos metimos en la cama.
Estuvimos entre risas un rato pero luego caímos todos rendidos.
A las 10 de la mañana me desperté, volví a tener el mismo sueño. Me quedé en la cama, al lado de Jake. Pasó un rato y se despertó.
-Pequeña, ¿qué te pasa?
-Volví a tener ese sueño...
-Como dijo Sofy, se tiene que cumplir, ven conmigo.
Me ayudó a ponerme en la silla y bajamos al mini-salón.
-Bueno, ¿qué vamos a hacer?-pregunté confusa-.
-Levántate.
-Jake, no puedo...
-Vamos.
Me cogió las manos y me levanté con su ayuda, luego poco a poco fue apartando sus manos y volví a mantenerme.
Perdí el equilibrio pero intenté mover la pierna derecha hacia delante para no caerme y, ¡LO HICE!
Dí unos pasos lentamente, cuando me acostumbré, bajé y subí las escaleras unas cuantas veces y fui adespertar a los demás.
Rose al verme de pie quedó alucinada.
-Creo que ayer bebí demasiado, veo cosas raras.
-Pero que dices, si no bebimos-contestó Jake-.
Todos reímos, yo estaba contentísima, podía volver a caminar, los demás también se alegraron mucho por mí.
Corrí por las escaleras a despertar a mi padre. Me miró y volvió a cerrar los ojos hasta que se dio cuenta de que estaba de pie y se levantó sobresaltado.
-Buenos días papi-le dije alegre-.
-Cariño, vaya novedad.
-Bueno, Jake me ayudó.
-Me encanta ese chabal para tí.
Me sonrió y bajamos a desayunar, POR LAS ESCALERAS.
Ese fue uno de los días más felices de mi vida. Todo volvió a la normalidad.
A los 23 años Jake y yo nos casamos, mis padres se vinieron a vivir a Londres, Dana y Theo no se habían casado todavía.
Robert seguía solo, de vez en cuando me mandaba cartas disculpándose pero no le respondía.
John acabó con Kate, Emily con Chris, Thomas con Sofy y Rose con Ronald, un chico que conoció en las fiestas de un pueblo de las afueras de Londres.
Ahora tengo 33 años, sigo casada con Jake, tenemos dos niñas, Claire de 6 años, rubia de ojos verdes y Brooke, de 2 años, rubia de ojos azules.
FIN (:

viernes, 2 de septiembre de 2011

Capítulo 49: Barbacoa.

Por la mañana me desperté, había tenido el mismo sueño que ayer.
Me lavé los dientes y le pedí a Alba que me ayudase a ponerme los shorts. Después elegí mi camiseta de Bob Esponja y también cogí la sudadera porque refrescaba.
Me hice una media coleta alta y bajé a desayunar.
Papá había preparado tostadas y beicon. Cuando acabé, llamé a todos para decirles lo de la barbacoa.
Mi padre y yo nos pasamos toda la mañana hablando.
Me dijo que estaba pensando hacer unas Igafas de sol, que en la patilla tienen botones, pulsas el de encender y puedes ver la tele en las gafas y eso y luego para aclarar u oscurecer los cristales.
El tiempo había pasado muy rápido ya eran las 15:56 así que solo quedaba esperar a que llamaran a la puerta.
No tardé nada en oir el "ding, dong" de la puerta. Abrí y les presenté a mi padre. Al acabar las presentaciones salimos todos al jardín.
-Jake, chabal, ven a ayudarme con las chuletas.
Fue con mi padre y aunque accedió a ayudarle no tenía ni idea de como se hacía.
Nosotros nos reíamos de Jake, era tan gracioso... Me acerqué.
-Anda trae aquí, que no sabes.
Le quité la espátula de la mano y dí la vuelta a la carne. Jake se quedó como (e.e).
-Has visto, se hace así tontorron.
-¿A qué te robo?
-¿Qué me vas a robar tu a mí, bobo?
-Un beso.
Me guiñó el ojo.
-Eso si me coges, ¿no?
Pulsé el botón de la silla hasta que puso "velocidad máxima" y corría. Jake detrás mía intentando cogerme.
No vale, tú tienes una silla eléctrica con turbo yo solo tengo piernas. Como hacía tiempo que no me daba un beso, paré la silla y me "pilló".
Entre conversaciones, historias, risas y demás ya se hicieron las 22:00, mi padre estaba cansado así que cenó y se fue a la cama.
-Podeis quedaros todos a dormir, pero avisad a vuestros padres-dijo antes de irse-.
Le dí un beso en la mejilla y subió.
-Podemos jugar a un juego... interesante-propuso Chris-.
-Miedo me das, ¿qué juego?-añadió Rose-.
-Verdad o beso.
-Es verdad o atrevimiento...
-Ya pero esque atrevimiento es aburrido, probemos algo nuevo...
Al final nos convenció, empezamos a jugar.
-¿Quién empieza?-preguntó Sofy-.
Todos señalamos a Emily.
-¿VERDAD O BESO?-dijimos todos-.
-Verdad.
-Una simple... ¿te gusta Chris?-se adelantó Rose-.
-S... sí...
Se sonrojaron los dos.
-¿VERDAD O BESO?
-Beso-dijo Rose-.
Giró la botella y tocó a Thomas. Se besaron.
-¿VERDAD O ATREVIMIENTO?
Así hasta que a mí me pusieron besar a Chris y Jake y Emily se picaron un poco...
Cuando acabamos de jugar...
-Ahora vamos a hablar sobre los sueños.
Hablamos un rato y después les conté lo que había soñado dos días seguidos.

Capítulo 48: Torneo de lucha.

Me giré como pude y era Robert, aquel desgraciado que le jodió la vida a Erica...
Le tenía muchas ganas pero no tenía intención de pegarle. Aunque como empezó él... ¿por qué no seguirle el juego?
Estuvimos revolcándonos los dos hasta que a John se le pasó el mareo y también vino a por mí.
Un dos contra uno.
~~~~~~~~Narra Erica~~~~~~~~
Jake estaba tardando mucho así que decidí ir a buscarle.
-Jake, Jake-gritaba por el pasillo que llevaba hacia el baño-.
Como no respondía me ví obligada a entrar en el baño de los chicos. Cuando llegué lo ví ahí, John le sujetaba y Rob le daba, ellos dos también estaban bastante golpeados pero claro, eran dos por lo tanto doble.
-¡PARAD YA!
No me hacían ni caso así que me tuve que meter. Le pegue una patada ahí a John para que lo soltara, entonces Jake estaba libre y comenzó a pegar a Rob como un poseso.
-Jake ya.
Me miró y le puse la carita de niña buena con la que siempre consigo lo que quiero de él. Se levantó de encima de Robert y me hizo un gesto para que nos fueramos . Se adelantó y aproveché quedándome atrás para decirles algo.
-Sois unos cobardes.
Y fui con Jake.
-¿Qué película quieres ver?-me preguntó como si no hubiese pasado nada-.
-Oh no, nada de películas, tú te vienes ahora mismo a casa a que te cure esas heridas.
-Que no me duele, de verdad.
-Pero serás cabezota, vas a venir y punto, no me obligues a levantarme de esta silla.
-Bueno entonces mejor que lo hagas, ¿no?
Me cogió de las manos y me levantó, poco a poco intentaba soltarme y yo estaba muerta de miedo.
-Jake, por favor no me sueltes.
No me hizo caso y lentamente fue quitando sus manos de las mías, estuve quieta unos segundos hasta que casi me caigo, se adelantó y me agarró.
-¿Ves? Has conseguido mantenerte en pie unos segundos, intentémoslo otra vez.
-No, Jake, vamos a dejar de perder el tiempo y vámonos a casa a curarte.
No me replicó y nos fuimos hacia casa. Al llegar mi padre se quedó flipando.
-Me dijisteis que ibais al cine, no a que participaras en un torneo de lucha.
Le explicamos todo y se fue a hacer la cena. Hizo patatas y huevos fritos.
Yo mientras cogí el botiquín y empecé a curar las heridas de Jake.
-Estate quieto, que así no hay manera-dije-.
-Esque escuece...
-Te aguantas, por hacerte el malote-contesté bromeando-.
Él estaba sentado en el sofá y yo... en la silla... Le sujetaba la barbilla con mi mano y con la otra le curaba las heridas.
Al fin terminé. Fuimos a cenar, Jake ya se iba a ir cuando...
-Cielo, ¿qué te parece si mañana montamos una barbacoa con todos tus amigos?-preguntó papá-.
-Vale, me parece muy bien.
-Jake, ven a las 16:00 y me ayudas a prepararlo todo.
-Vale, señ... Matt.
Me dio un beso (intimidado por mi padre) y se fue.
Después de estar unas horas viendo la televisión, me lavé los dientes, me puse el pijama y me fui a dormir.

Capítulo 47: Os presento.

John se fue y yo otra vez estaba llorando, ¿por qué todos me hacen recordar eso?
Suena el teléfono.
----------Conversación telefónica--------
Yo: Diga.
****: Cielo soy yo, ¿te vienes esta tarde al cine?
Yo: ¿Con quién?
Jake: Conmigo.
Yo: Vale, ven a buscarme y te presento a mi padre.
Jake: Vale, te quiero.
Yo: Te quiero.
Pí, pí, pí.
Subí, cogí lo que mejor podría ponerme yo sola, fui al baño, me hice dos trenzas, me pinté un poco y bajé.
-Vaya, que guapa te has puesto, ¿qué vas a hacer?
-Verás, papá, va a venir Jake, te lo presento y después vamos a ir al cine, ¿te parece?
-Claro, solo que tengas cuidado, ¿vale?
-Que esté... ya sabes, así, no significa que no pueda defenderme, además Jake cuidará de mí.
-¿Es tu novio?
-Pues... sí... Llevamos más de un año, te caerá muy bien, ya lo verás.
Ding, dong.
-Ya está aquí.
Abrí la puerta y me dio un beso.
-Ejem, ejem-"tosió" mi padre-.
-¡Papá!
Todos reímos.
-Bueno, papá, Jake, Jake, este es mi padre, Matt.
-Encantado señor.
-Tampoco soy tan viejo, chabal-dijo mi padre bromeando-.
-Lo... lo siento.
Se dieron la mano, le dí un beso en la mejilla a papá y salimos.
Yo iba un poco desanimada, Jake me levantó la barbilla con su mano.
-¿Me vas a decir qué es lo que te pasa?
-Antes vino a verme John...
-¿Qué te ha hecho?
-Nada, me hizo recordar todo y me reprochó cosas...
-No le hagas caso a ese imbécil, ¿vale?-me sonrió-.
-Claro...
Me besó.
~~~~~~~~~~Narra Jake~~~~~~~~~~
Mientras nos besábamos ví al rey de Roma. Sí, John estaba entrando en un baño del centro comercial.
-Voy al baño, ahora vengo-le dije a Erica-.
-Vale, aquí te espero.
Fui hacia el baño y allí estaba. Me acerqué a él y le dí dos golpecitos en el hombro hasta que se dio la vuelta.
-¿Qué quieres tú ahora?-me preguntó-.
-¿Que qué quiero? Quiero que dejes en paz a Erica, que no te acerques a ella.
-¿Quién eres tú para darme órdenes?
-Por si no lo recuerdas soy su novio, así que hazte un favor a tí mismo y déjala en paz.
-¿Y si no qué?
Le dí un puñetazo en todo el labio.
-Si no esto pero peor, ¿vale?
Le hice una raja, le sangraba y sé que a él le marea ver la sangre.
Me dí la vuelta, avancé unos pasos cuando alguien se me avalanzó por detrás.

Capítulo 46: Valerme sola.

Hacía mucho tiempo que no le veía, le echaba tantísimo de menos. Sí, era mi padre.
-Erica, ¿me puedes explicar que haces en silla de ruedas?
-Pues verás papá, te acuerdas de Rob, ¿no? Bueno, pues me regaló un candado y me dijo que cuando encontrara la llave significaría que ya no le quería. Y bueno, me dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en coche para decirme una cosa. Y cuando le iba a dar las gafas de sol, encontré la llave, él no quería que abriera el candado e intentó quitármela. Perdió el control del coche y nos estrellamos contra algo, estuve casi una semana en coma y cuando desperté por milagro no sentía ni podía mover las piernas...
Al volver a recordar eso, volví a llorar, mi padre me abrazó.
-Bueno papá, voy a prepararte la habitación.
-¿Por qué no le dices a Alba que lo haga? No te veo en condiciones...
-No, lo haré yo, tengo que empezar a valerme por mí misma sin miedo. Estoy preparada.
-Como quieras cariño.
Subí por el ascensor hasta la tercera planta, la planta de mis padres. Está hecha para ellos, cuando vengan y eso...
La habitación estaba hecha un asco. Cogí la escoba y la fregona y poco a poco termine toda la planta, tardé bastante pero lo hice.
Después cogí las sábanas más bonitas que encontré e hice la cama. Limpié el polvo y puse todo en su sitio. Quedó todo precioso.
A mi padre también le gustó.
Les dije a todos los empleados excepto al jardinero que se tomaran un descanso. Papá se sentó en el taburete de la "barra de bar" que había en la cocina.
Mientras él me contaba cosas, novedades, como le va y eso yo preparaba su plato favorito, macarrones con queso. Y como no también su bebida favorita, zumo de naranja recién exprimido.
Una comida de lo más normal. Se pensaba quedar una semana conmigo. Quiso llamar a mamá pero le convencí de que no lo hiciera para que no se preocupase más.
Volvió a sonar el timbre.
-Yo abro-grité-.
Fui a ver quién era esta vez, para mi sorpresa era John.
-Cielo, ¿quién es?-gritó papá desde la cocina-.
-Nadie, salgo un minuto.
Salí de casa.
-¿Poniéndole los cuernos a Jake?
-¿Eso piensas?
-Te veo capaz.
-Pues es mi padre, retrasado.
A John se le puso cara de "la he cagado" y a la vez de sorpresa.
-¿A qué has venido?
-A decirte que lo que le has hecho a Rob está fatal.
-¿Qué? ¿Me explicas qué le he hecho yo a él?
-Le has partido el corazón.
-Perdona, pero no voy a estar con él cuando no le quiero, eso sí estaría fatal y él mismo me dijo que cuando encontrara la llave del candado se acabó todo.
-Pero él te quiere.
-Pero yo a él no y después de lo que me ha hecho mucho menos.
-No te ha hecho nada...
-¿No? ¿Dejarme en esta jodida silla de ruedas te parece nada?

jueves, 1 de septiembre de 2011

Capítulo 45: Adaptación.


Volvimos a estar juntos. A Jake le dieron el alta ese mismo día, a Rob... no lo sé y a mí unos días después.
Seguía sin poder caminar, lo estaba pasando fatal. Mis piernas no se movían ni tampoco sentía que estaban ahí.
En mi casa instalaron un ascensor y en la entrada pusieron rampas en vez de escaleras, para mí. Ver todo eso me hacía sentir aún peor.
Me dijeron que Robert solo tenía un brazo roto y alguna que otra herida, ¿por qué la vida es tan injusta? No es que le desee el mal ni nada por el estilo, solo que yo casi me muero y ahora estoy en silla de ruedas y él solo se ha roto un brazo...
Esto va a ser muy difícil de superar. Mis padres y Dana todavía no saben lo que ha pasado. Jake y los demás (excepto Rob y John) venían a mi casa todos los días.
Eran mi mayor apoyo y gracias a ellos se hacía todo un poco menos complicado.
Cada día me ayudaban a levantarme, intentaban que me sostuviera en pie y lo hacía... si me sujetaban.
Era martes, me desperté por la mañana y llamé a Alba para que me ayudara a ponerme en la silla. Fui al ascensor y al acabar bajé a la cocina.
Lorena me había preparado el desayuno, me lo tomé y fui al salón. No tenía nada que hacer así que me puse una película de risa para animarme un poco.
Era muy graciosa, la verdad es que me alegro un poco. Cuando acabó, le dije a Claus que me tragera el portatil y me metí en el tuenti.
Subí todas las fotos que tenía atrasadas con Jake y también algunas con los demás. Os voy a responder a una pregunta que seguro que os habeis planteado. Emily y Chris no están juntos.
Parece increíble pero así es. Sonó el timbre, Claus abrió y escuché como decía: "Pase, está en el salón".
Miré hacia la puerta esperando que entrara alguien y poco después lo ví. Era Thomas e iba de la mano con Sofy. Le notaba cambiado.
Me habían traído flores y bombones. Los dos se disculparon conmigo y claro, después de el detalle de preocuparse por mí y haber venido no les iba a echar, así que les invité a comer.
Salimos a dar un paseo, ellos iban al lado de la silla y Lady atada a ella. Fuimos al centro comercial y miramos escaparates, tomamos un helado y fuimos a los recreativos.
Todo iba bien hasta que nos encontramos con Rob...
-¿Qué haces con este imbécil?-preguntó-.
-Perdona pero Thomas no es ningún imbécil, quizás lo seas tú-respondí indignada-.
-Pero, ¿qué estás diciendo? ¿No te acuerdas de lo que te hizo o qué?
-Sí, sí que me acuerdo. Pero él ha venido a verme, me ha pedido perdón y ha pasado el día conmigo y Sofy, tú no te has limitado ni a preguntarme si estaba bien.
-Porque, porque... Bueno, ¿qué haces en silla de ruedas? Deja de hacer el tonto y levántate.
-¿Te crees que no quiero levantarme? Es lo que más deseo en esta vida pero por tu culpa y tus juegos de niñato estoy así, no te has molestado ni en venir a verme, ni pedido perdón ni nada así que no tengo nada más que hablar contigo. Hasta nunca Robert.
Puse todas mis fuerzas en mantener las lágrimas en los ojos, no quería derrumbarme delante de... él.
Se quedó ahí quieto, ¿no os parece indignante? Ni perdón, ni qué tal, ni nada.
Como Fernando hoy tenía el día libre, Thomas y Sofy me llevaron a casa dando un paseo.
Al llegar a casa me dí un baño, aunque parezca raro lo hice sola, me instalaron una bañera que tenía una rampa con una silla de hidromasaje que estaba abajo, me apoyaba en la barandilla, me sentaba, apretaba el botón de subir y la silla subía automáticamente la rampa hasta la ducha.
Me dí un largo baño. Luego salí, Alba me ayudó a ponerme el pijama y me acosté en la cama con el portatil.
Tenía muchas novedades en el tuenti, pero me aburría, no quería hablar con nadie y mi grupito no estaba conectado.
Me fui a dormir.
A la mañana siguiente me desperté del tirón, había tenido un sueño que desearía al máximo que se cumpliera. Estaba sola en la habitación y ya estaba cansada de estar sentada en esa estúpida silla todo el día, así que intenté levantarme y lo conseguí.
Al principio me costó bastante mantener el equilibrio pero luego lentamente empecé a dar pasos y estaba tan feliz que daba vueltas como si fuera una bailarina. Hice un poco de marcha y después salí corriendo...
En mitad de mi recuerdo del sueño oí el timbre y una voz que me resultaba muy familiar. Bajé para ver quién era y vaya alegría me llevé.

Capítulo 44: No siento.

Sentí como si alguien me observara y así era, era ella. Había abierto los ojos y sonreía.
-¡ERICA! ¿Cómo te encuentras?
-Estoy... viva-contestó con una gran sonrisa-.
Pero observé como rápidamente esa sonrisa enorme se le borró de la cara y esta se convirtió en lágrimas.
-¿Qué te pasa, te duele?
-Ojalá...
-¿Por qué dices eso?
-Porque yo n... no... no siento las piernas...
En ese momento me quedé paralizada.
~~~~~~~~Narra Erica~~~~~~~~~
Le pedí a Rose que fuera a buscar a un médico. En unos instantes ya estaba en mi habitación.
-Bienvenida de nuevo-sonrió-jovencita, debes saber que ha sido un milagro que hayas despertado, era casi imposible. Se nota que eres fuerte, no deberías de llorar, sino estar contenta por...
Rose le cortó.
-Verá, dice que no siente las piernas-añadió Rose-.
Al doctor también se le cambió la cara instantáneamente. Yo seguía llorando, él le dijo a Rose que saliera para que me pudiera hacer un chequeo rápido.
Estuvo como media hora inspeccionandome hasta que me dio la noticia: que no podré caminar, estaré en una silla de ruedas y que ya le parecía raro que haya salido del coma sin daño alguno.
Para eso prefería morirme...
Rose entró de nuevo y le conté todo, ella también estaba hecha polvo.
-Oye, ¿y los demás?-la pregunté-.
-Están en el hospital de nuevo, han venido a ver a...
-Rob, ¿no?
-La verdad es que no...
-¿Entonces?
-Han venido a ver a Jake.
-¿Qué? ¿Cómo que Jake? Coge una asquerosa silla de ruedas y por favor llévame a verle.
Me montó en esa silla con ruedas que había delante de la puerta...
-Y bueno, ¿por qué está en el hospital?
-Verás, con todo lo que te ha pasado y lo que decían los médicos, él estaba destrozado. Le convencimos para que se fuera a duchar, comer y descansar un poco después de haber pasado un día entero aquí contigo. Chris fue con él, pero mientras estaba en la ducha hizo una locura y cuando bajó se lo encontró tirado en el suelo. Se ha intentado suicidar a base de pastillas.
-No puedo creer que haya hecho eso... Pfff, le necesito y yo como una imbécil le he dejado. Quiero decirle todo, he encontrado la llave del colgante de Rob, se acabó el amor hacia él.
Llegue a su habitación y entramos. Le ví ahí en la cama, dormido, estaba tan guapo... Las lágrimas no podían parar de salir, miles quizás millones de lágrimas caían. Me acerqué a él.
Apoyé mi cabeza en su pecho, sentía sus latidos y noté como su brazo se movió hasta rodear mi cintura. Se despertó.
Le abracé muy fuerte por mucho que me dolieran las heridas y le susurré al oído "Lo siento". Y es como pensais, nos besamos.
Le pedí perdón por todo y le conté que todo lo de Rob había acabado, que ahora y siempre para mi es y será él, solo él.